Novedades acerca de los trastornos motores del esófago tras la reciente clasificación de Chicago 4.0

Claudia Córdoba,1 Agustina Rodil,2 Daniel Cisternas3

1 Sanatorio Allende. Córdoba, Argentina.
2 Diagnóstico Médico Oroño. Hospital Provincial del Centenario. Rosario, Santa Fe, Argentina.
3 Clínica Alemana de Santiago, Facultad de Medicina Clínica Alemana – Universidad del Desarrollo. Santiago de Chile, Chile.

Acta Gastroenterol Latinoam 2021;51(2):131-142
Recibido:
08/05/2021 / Aceptado: 12/05/2021 / Publicado en www.actagastro.org el 21/06/2021
https://doi.org/10.52787/hoho3531

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Resumen

La Clasificación de Chicago reúne los trastornos motores esofágicos diagnosticados por manometría de alta resolución. De los patrones manométricos, algunos son siempre clínicamente relevantes y requieren tratamiento (por ejemplo, la acalasia), mientras que otros pueden ser hallazgos incidentales que no requieren intervención y en los que un manejo agresivo sería contraproducente. Uno de los objetivos de la nueva versión de la Clasificación de Chicago publicada recientemente (CCv4.0) fue distinguir entre trastornos clínicamente relevantes o no. En este sentido, se modificó el protocolo de estudio para incluir degluciones líquidas en posición supino y sentado, estandarizar pruebas de provocación y modificar criterios diagnósticos, incorporando la presencia de síntomas y el soporte de estudios complementarios distintos a la manometría. En esta revisión, desarrollaremos el diagnóstico y tratamiento de la obstrucción de salida de la unión esofagogástrica y los trastornos de hipomotilidad a partir de la CCv4.0.

Palabras claves. Disfagia, manometrría esofágica de alta resolución, clasificación de Chicago, motilidad esofágica ineficiente, contractilidad ausente, obstrucción de salida de la unión gastroesofágica.

Update on Esophageal Motility Disorders after the Recent Chicago Classification 4.0

Summary

The Chicago Classification includes esophageal motor disorders diagnosed by high-resolution manometry. Of the manometric patterns, some are always clinically relevant and require treatment (eg, the achalasia), while others may be incidental findings requiring no intervention in which aggressive management would be counterproductive. One of the goals of the new version of the recently published Chicago Classification (CCv4.0) was to distinguish between clinically relevant and non-clinically relevant disorders. With this in mind, the study protocol was modified to include liquid swallows in the supine and sitting positions and provocation tests were standardized. Diagnostic criteria were modified, incorporating the presence of symptoms and the support of complementary studies other than manometry. In this review, we will comment the diagnosis and treatment of esophagogastric junction outlet obstruction and hypomotility disorders based on CCv4.0.

Keywords. Dysphagia, high resolution esophageal manometry, Chicago classification, ineffective esophageal motility, absent contractility, esophagogastric outflow obstruction.

Abreviaturas
MAR: Manometría de alta resolución.
CC: Clasificación de Chicago.
CCv4.0: Clasificación de Chicago versión 4.0.
EGJOO: Obstrucción de salida de la unión esofagogástrica.
ERGE: Enfermedad por reflujo gastroesofágico.
DCI: Integral de contracción distal.
CCv3.0: Clasificación de Chicago versión 3.0.
PF: Peristalsis fragmentada.
IEM: Motilidad esofágica inefectiva.
TEA: Tiempo de exposición ácida.
UGE: Unión gastroesofágica.
CA: Contractilidad ausente.
IRP: Presión de relajación integrada.
FLIP: Impedancia planimétrica.
TEB: Estudio baritado temporizado.

Introducción

La manometría esofágica de alta resolución (MAR) es actualmente el gold standard para el estudio de las enfermedades motoras del esófago. Sobre la base de los hallazgos obtenidos por esta técnica, se desarrolló la Clasificación de Chicago (CC) de trastornos motores esofágicos. Esta clasificación está basada en mecanismos fisiopatológicos y ha permitido estandarizar la nomenclatura utilizando mediciones objetivas. Su uso expandió notablemente la investigación y la aplicabilidad clínica de la MAR.1 Recientemente, se publicó su cuarta revisión (CCv4.0).2 En ella, se incorporaron modificaciones al protocolo de estudio, que incluyen la realización de degluciones con el paciente en decúbito y en sedestación y el uso de maniobras de provocación para mejorar la sensibilidad y especificidad de los hallazgos (Tabla 1).3 Otra modificación relevante consiste en el reconocimiento de que los patrones manométricos pueden no ser específicos, estableciéndose categorías diagnósticas conclusivas y no conclusivas. También, se modificaron los criterios diagnósticos de los trastornos por hipomotilidad y la obstrucción de salida de la unión esofagogástrica (EGJOO, según sus siglas en inglés), siendo estos los cambios que se abordarán en esta revisión.

Tabla 1. Resumen de las pruebas de provocación sugeridas en el protocolo de CCv4.0

Trastornos de hipomotilidad

Conceptos

El transporte adecuado del bolo requiere una onda de contracción que tenga un vigor suficiente y, además, una adecuada coordinación temporoespacial.4 El vigor de la contracción se mide mediante la integral de contracción distal (DCI, según sus siglas en inglés), que es el producto de la amplitud de la contracción (en mmHg) por la extensión (longitud, en cm) de esta onda a lo largo del cuerpo esofágico por la duración (tiempo, en seg), y tiene como unidades mmHg x cm x seg (Figura 1A). La coordinación de la onda se evalúa mediante los defectos peristálticos, que corresponden a la extensión de las zonas del cuerpo esofágico en los que la presión es menor de 20 mmHg (Figura 1B). Roman y cols. determinaron que los defectos peristálticos mayores de 5 cm siempre se asocian al transporte incompleto de bolo, que aquellos menores de 2 cm se asocian siempre a transporte completo de bolo, y que los defectos entre 2 y 5 cm tienen un comportamiento intermedio (Figura 1C).5

Figura 1. Medición del vigor de la contracción

Conceptualmente, la hipomotilidad esofágica se define manométricamente por degluciones con vigor disminuido y/o presencia de grandes defectos peristálticos, con relajación normal del esfínter esofágico inferior.2, 6 A lo largo de las diversas versiones de la CC, los criterios para diagnosticar estos dos fenómenos han ido cambiando. Inicialmente, los valores de corte se definieron estadísticamente (usando percentil 95 en poblaciones sanas), pero posteriormente se han utilizado valores de corte para predecir outcomes clínicos. La Tabla 2 compara los criterios diagnósticos de los trastornos de hipomotilidad en CCv3.0 y 4.0. En CCv4.0 el número de trastornos de hipomotilidad se reduce a dos, dado que la peristalsis fragmentada (PF) actualmente forma parte de la motilidad esofágica inefectiva (IEM, según sus siglas en inglés). Esto se debe a que no existen datos que establezcan que se trata de entidades fisiopatológicas, clínica y terapéuticamente diferentes. Además, la PF es una entidad muy infrecuente.3 La PF no fue eliminada pues los defectos peristálticos > 5 cm demostraron asociación con atrapamiento del bolo deglutido7 y con clearance alterado del reflujo, usando el tiempo de exposición ácida (TEA) en monitoreo ambulatorio.8

Contractilidad ausente (CA)

Conceptualmente, corresponde a casos extremos de hipomotilidad, sin ninguna evidencia de actividad motora contráctil medible en el cuerpo esofágico, pero –a diferencia de la acalasia– sin alteraciones de la relajación de la unión gastroesofágica (UGE). Sus criterios diagnósticos nos sufrieron mayores modificaciones en CCv4.0 (Tabla 2).

Tabla 2. Criterios diagnósticos de los trastornos motores menores según CCv3.0 y CCv4.

La CA es un trastorno idiopático, en la mayoría de los casos. En pacientes con esclerodermia, se ha reportado hasta un 40-44% de CA.9 Sin embargo, este hallazgo no debe considerarse sinónimo de esclerodermia ni de los trastornos del colágeno.

La prevalencia reportada de CA, en cohortes de voluntarios sanos, es extremadamente baja (0,4% sobre 469 individuos en todo el mundo).10 Su principal consecuencia es la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), habiéndose asociado a síntomas refractarios e injuria mucosa.11 Se ha descrito un 3,2% de CA en pacientes en espera de cirugía antirreflujo, y su presencia se asocia a tiempo de exposición ácida (TEA, por sus siglas en inglés) muy elevados (TEA 17,2% y 13,5% en decúbito).11, 12

Una recomendación muy importante en CCv4.0 es que en el caso de CA con presión de relajación integrada (IRP, según sus siglas en inglés) cercanos al límite superior de la normalidad (entre 10 y 15 mmHg con sistemas Medtronic en supino) y disfagia, debe considerarse el diagnóstico diferencial de acalasia tipo 1.13 Esto sucede porque el IRP depende en parte de la presión intrabolo, y esta última puede no estar muy elevada en casos de hipomotildad esofágica muy severa. Para ayudar en la discriminación entre CA y acalasia I en estos casos, la CCv4.0 ha sugerido el uso de la impedancia planimétrica (FLIP, según sus siglas en inglés) o el estudio de bario temporizado (TEB, según sus siglas en inglés). La FLIP permite evaluar de manera dirigida la distensibilidad de la unión gastroesofágica. Ponds y colaboradores describieron a un grupo de pacientes con CA y mediana de IRP < 15 mmHg por MAR, pero con disminución de la distensibilidad de la unión esofagogástrica en la FLIP. Estos pacientes fueron tratados como acalasia, con respuesta favorable.14 El TEB es una prueba más sencilla y ampliamente disponible. Luego de ingerir 200 a 240 ml de bario líquido en posición vertical, la medición de una columna de bario > 5 cm al minuto y > 2 cm a los 5 minutos define un tránsito alterado con una sensibilidad de 85-94% y una especificidad de 71-86% para el diagnóstico de acalasia. Combinar bario líquido con la ingesta de una tableta de bario de 13 mm retenida a los 5 minutos aumenta el rédito diagnóstico al 79,5-100%.15

Adicionalmente, en la MAR con impedanciometría puede estudiarse el atrapamiento del bolo, midiendo por impedancia la columna de agua luego de la ingesta de un bolo de 200 ml, con resultados similares al TBE.16 Sin embargo, su uso de rutina para diferenciar CA de acalasia I aún no ha sido recomendado en CC.

No existe un tratamiento específico para la CA y no es esperable que se recupere la reserva peristáltica. El manejo consiste en inhibición agresiva de la secreción ácida gástrica, medidas posturales y cambios en el estilo de vida, para reducir el reflujo. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía antirreflujo parcial.

Motilidad esofágica inefectiva (IEM)

Criterios diagnósticos en CCv4.0. Usando MAR, se ha reportado IEM en entre el 20 y 38% de los pacientes con síntomas esofágicos.17-19 Si bien la disfagia es el síntoma más frecuente, se presenta solo en el 25% de los casos.20, 21 Sin embargo, con los criterios de CCv3.0, hasta un 15-17% de sujetos asintomáticos cumplían criterios manométricos de IEM, siendo el desorden más frecuentemente descrito en sanos.22, 23 Esto sugiere que los criterios de CCv3.0 no son del todo específicos. Así, en CCv4.0, se determinó un criterio más estricto, con un punto de corte de 70% de degluciones inefectivas para definir IEM (Tabla 2). Este valor de corte discrimina mejor el tránsito anormal del bolo y el reflujo gastroesofágico que el punto de corte > 50%.8, 11, 24 Por otra parte, se ha demostrado que las degluciones fallidas (DCI menor de 100 mmHg x cm x seg) tienen compromiso más severo que las débiles (DCI entre 100 y 450 mmHg x cm x seg), en términos de transporte incompleto de bolo y TEA.25, 26

Con esta evidencia, la CCv4.0 define IEM como diagnóstico conclusivo cuando el paciente tiene más de 70% de degluciones inefectivas (DCI 100 – 450 mmHg x cm x seg o un defecto peristáltico > 5 cm), o al menos 50% de degluciones fallidas (DCI < 100 mmHg x cm x seg)5, 7, 24, 25 (Tabla 2).

La presencia de 50 a 70% de degluciones inefectivas no es conclusiva para el diagnóstico de IEM. En estos casos, es necesaria evidencia adicional a favor del diagnóstico.8, 27 Demostrar alteraciones del transporte del bolo mediante impedanciometría o estudio de bario temporizado, y la ausencia de reserva peristáltica en la maniobra de degluciones múltiples, son algunas de las pruebas complementarias que contribuyen al diagnóstico en estos casos.28-31

En condiciones normales, tras deglutir rápida y repetidamente, el cuerpo esofágico inhibe su contracción (inhibición deglutoria) y la UGE se relaja. Al salir de este período, ocurre una contracción de mayor amplitud (contracción posdeglutiva) que contribuye al aclaramiento esofágico y cuyo DCI es normalmente mayor al promedio en degluciones aisladas. Cuando esto ocurre, se habla de reserva peristáltica (Figura 2). En CCv4.0, se sugiere evaluarla de manera dirigida, mediante degluciones repetidas múltiples (Tabla 1, Figura 2).32 Se sugiere realizar al menos tres series de degluciones rápidas múltiples para evaluar la reserva peristáltica.

Figura 2. Degluciones rápidas múltiples y reserva peristáltica

En un estudio con 191 pacientes sintomáticos con 50-70% de degluciones inefectivas y sin reserva peristáltica, se observó que el TEA total y en posición vertical fue significativamente superior que en pacientes con reserva peristáltica, especialmente en posición vertical.11 Debe destacarse que la presencia de reserva peristáltica no constituye un criterio diagnóstico de IEM, pero puede aportar información complementaria para apoyar el diagnóstico en casos no concluyentes.

IEM. Relevancia clínica. Si bien existen algunos reportes de evolución a acalasia, se trata de casos aislados.33, 34 Se considera que la IEM tiene un curso benigno. Ravi y cols. no lograron demostrar diferencias en la evolución clínica a seis años de pacientes sintomáticos con MAR normal versus pacientes con MAR con hipomotilidad.35

La IEM se ha descrito asociada a múltiples condiciones (Tabla 3). Desde un punto de vista fisiopatológico, es un trastorno muy heterogéneo, habiéndose descrito alteraciones neuropáticas aferentes y eferentes, así como alteraciones miopáticas y fibrosis.26, 36, 37 La preponderancia de cada uno de estos mecanismos parece depender fundamentalmente de la etiología de la IEM.

Tabla 3. Algunas condiciones asociadas a IEM73-75 y a la EGJOO 58, 59, 76-78

Ante el hallazgo de IEM, el contexto clínico del paciente determina la relevancia del diagnóstico. Los principales escenarios de relevancia clínica son la disfagia y la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

IEM y enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). La hipomotilidad disminuye el aclaramiento esofágico, lo que representa un mecanismo fisiopatológico en la ERGE.38 Pese a lo frecuente de su asociación, la IEM no es patognomónica de ERGE y más del 50% de los pacientes con ERGE tienen motilidad esofágica normal.39 Sin embargo, en pacientes con ERGE asociado a IEM se ha descrito TAE más prolongado8, 27 y una mayor frecuencia de lesiones endoscópicas, como el esófago de Barrett,38, 40 que en sujetos con motilidad normal.

En un estudio multicéntrico de 351 pacientes, se evidenció que ≥ 50% degluciones fallidas, ≥ 70% degluciones inefectivas así como ≥70% degluciones con defectos peristálticos grandes predicen independientemente TAE anormal.8

IEM y disfagia. A pesar de haber sido reiteradamente estudiado, no se ha logrado determinar una adecuada correlación entre hipomotilidad y síntomas de disfagia.41, 42 Lazarescu y col. no pudieron demostrar la correlación entre percepción de disfagia e hipomotilidad inducida por sildenafil, en un grupo de individuos sanos.43 Cisternas y col. no lograron demostrar la correlación entre el DCI y la percepción del paso de bolo en individuos sanos.44 Sin embargo, sí demostraron una correlación significativa entre percepción del paso de bolo y el nivel de ansiedad (R2 = 0,7) en el subgrupo de individuos con hipomotilidad, sugiriendo que, en el contexto de un fenómeno frecuente, como la hipomotilidad y el transporte incompleto de bolo, la ansiedad aumenta la probabilidad de percepción, tal vez mediante hipersensibilidad visceral.

IEM y disfagia posfundoplicatura. Se ha descrito que entre el 5 y 10% de los pacientes presentan disfagia prolongada (más de seis meses), luego de una cirugía antirreflujo.45, 46 Al aumentar la presión de la unión gastroesofágica después de la cirugía, se ha considerado que la presencia de hipomotilidad esofágica precirugía sería un predictor de disfagia posquirúrgica. Sin embargo, la evaluación del vigor mediante DCI no ha logrado ser un predictor importante de la disfagia poscirugía: Kapadia y col. demostraron solo una pequeña correlación entre el DCI y el riesgo de disfagia posquirúrgica (r = -0,29).47 Siegal y col. probaron que el DCI solo se asocia a disfagia posquirúrgica en los pacientes que presentaban disfagia antes de la cirugía.48 Sin embargo, la evaluación de la reserva peristáltica parece ser más promisoria para una adecuada predicción de la disfagia poscirugía.49, 50

IEM. Tratamiento. El manejo de los trastornos por hipomotilidad, en pacientes sintomáticos, es complejo porque no existe un tratamiento específico que restaure la motilidad o mejore los síntomas.51

Los pacientes con trastornos por hipomotilidad en MAR, asintomáticos y sin evidencia de ERGE, no requieren tratamiento. En los pacientes con evidencia de ERGE, se realizará tratamiento del reflujo: cambios en la dieta y en el estilo de vida, terapia antisecretora, y, en algunos casos, puede ser necesario realizar cirugía antirreflujo.38, 52

Los agentes procinéticos convencionales por vía oral (metoclopramida, domperidona) no han demostrado eficacia en la hipomotilidad esofágica ni mejoría de los síntomas.3, 26 Tampoco hay evidencia de un aumento del vigor contráctil ni en el control de síntomas con agonistas 5-HT4 como Mosapride y Reverexepride.53-55 Respecto del Prucalopride, hay evidencia muy limitada de mejoría del TEA y de los síntomas esofágicos en cuatro pacientes con ERGE en tratamiento por estreñimiento concomitante.56

Obstrucción de salida de la unión esofagogástrica (EGJOO)

La relajación deglutoria de la UGE en MAR se mide mediante la presión de relajación integrada (IRP, según sus siglas en inglés), que tiene un valor máximo normal de 15 mmHg en posición supina en los sistemas Medtronic (Figura 3). La obstrucción del flujo de salida de la UGE (EGJOO, según sus siglas en inglés) corresponde a un patrón manométrico caracterizado por insuficiente relajación de la UGE durante la deglución, pero –a diferencia de la acalasia– existen evidencias de contracciones del cuerpo esofágico con cadencia peristáltica. Se presenta en un grupo muy heterogéneo de condiciones, incluidas las formas iniciales o variantes de acalasia, obstrucciones mecánicas, esofagitis eosinofílica, uso de fármacos como opioides, entre otros (Tabla 3).57, 58 Por lo tanto, estos pacientes siempre deben ser evaluados de forma exhaustiva, incluso endoscopía con biopsias de mucosa y estudios por imágenes.

Figura 3. Medición de la relajación deglutiva de la UGE

Esta heterogeneidad también se refleja en el impacto clínico de este hallazgo. Por una parte, se ha descrito progresión a acalasia en el 2-4% de los casos.57-59 Por otro lado, este patrón se ha descrito en 6-7% de individuos sanos asintomáticos, usando los criterios diagnósticos de CCv3.0.60 Incluso en individuos sintomáticos, en estudios de historia natural, se muestran que, en un alto porcentaje de los casos, los síntomas remiten de forma espontánea a lo largo del tiempo.58, 61

El grupo de trabajo de CCv4.0 se propuso como objetivo primordial aumentar la especificidad de los criterios de EGJOO, de modo de identificar mejor a los pacientes con pronóstico adverso y evitar tratamientos invasivos en pacientes con buen pronóstico.

En primer lugar, existe evidencia de que la medición de presión deglutoria en la UGE puede estar sobrevalorada artificialmente, probablemente por doblez de la sonda al apoyarse en la curvatura mayor del estómago.62 Para minimizar este efecto, se ha propuesto un cambio de posición del paciente, con la idea de que al sentarse la sonda pudiese movilizarse. Krause y col. mostraron que ninguno de los pacientes con criterios de CCv3.0 de EGJOO, que normalizaban el IRP al sentarse, (IRP < 12 mmHg) tenía evidencias de obstrucción de la UGE demostrable en un TEB.63 Por otra parte, es esperable que, en una obstrucción real de la UGE, el bolo aumente su presión al encontrar dificultad de paso. Ong y col. evaluaron a 122 pacientes con criterios de EGJOO según CCv3.0. De ellos, 87 pacientes no presentaban evidencias de presurización del bolo en ninguna deglución (llamada presurización compartimentalizada [Figura 3]). Ninguno de ellos presentó una evolución adversa ni requirió tratamiento específico en el mediano plazo.61 Con esta información, la CCv4.0 ha agregado a los criterios manométricos de EGJOO la exigencia de un IRP elevado tanto en posición supina como en sedestación, además de la exigencia de presurización compartimentalizada (Tabla 2).

Debe consignarse que las evidencias de obstrucción en pruebas complementarias como el desafío de degluciones rápidas con 200 mL, el uso de comida sólida o en provocación farmacológica (con nitrito de amilo o colecistoquinia) tienen sensibilidades y especificidades menores que las degluciones sentadas con agua para el diagnóstico conclusivo de EGJOO.63 Por esto, permiten aumentar la confianza en un diagnóstico conclusivo cuando están presentes, pero por sí solas no son capaces de establecer el diagnóstico de EGJOO.2

Con la idea de mejorar aún más la especificidad del diagnóstico de EGJOO, se sugiere la adición de evidencias de obstrucción con métodos más allá de la manometría, tales como el estudio baritado temporizado (TEB, según sus siglas en inglés) y la FLIP. Con esto, CCv4.0 sugiere que, cuando se cumplen los criterios manométricos descritos, se establezca un diagnóstico no conclusivo de EGJOO. Si a posteriori se agregan evidencias de obstrucción en el TBE o en la FLIP, debe establecerse el diagnóstico conclusivo de EGJOO (Tabla 2).2

En segundo lugar, se ha descrito, en varias series, que los pacientes con criterios de EGJOO que no presentan disfagia al momento de la MAR tienen un excelente pronóstico en el seguimiento.61 Con esto, CCv4.0 sugiere exigir la presencia de síntomas para considerar una EGJOO conclusiva como accionable (que amerita tratamiento específico).2

EGJOO. Abordaje

Como en todos los pacientes sometidos a una MAR, es recomendable tener previamente un estudio endoscópico, incluidas biopsias del esófago, en caso de síntomas como disfagia o dolor torácico.64 Al momento de la MAR, es importante contar con una adecuada evaluación de la historia, especialmente para tener antecedentes del uso de fármacos como opioides y de cirugías gastroesofágicas, además de la evaluación de los síntomas.

Por lo mencionado anteriormente, los pacientes sin disfagia ni dolor torácico, así como los que tienen algunas alteraciones pero no alcanzan todos los criterios manométricos de CCv4.0 para EGJOO no conclusivo, deben ser manejados de manera conservadora, con la recomendación de hacer controles periódicos o en caso de que aparezcan síntomas.64, 65

Los pacientes sintomáticos con criterios manométricos de una EGJOO no conclusiva deben ser sometidos a TBE o FLIP para determinar si la obstrucción es real, y el diagnóstico puede ser considerado conclusivo.2

En los pacientes con diagnóstico conclusivo, debe hacerse una evaluación de las posibles etiologías, que incluya idealmente una imagen de la zona (una TAC de tórax, habitualmente) y una exhaustiva revisión de la imagen endoscópica para descartar la presencia de una lesión neoplásica a nivel de la UGE. En pacientes de edad avanzada, especialmente con rápida pérdida de peso, debe estudiarse la presencia de neoplasias (especialmente pulmonares y ginecológicas) que pueden manifestar una alteración esofágica paraneoplásica.66, 67 Si bien aún no existen datos para validar esta conducta, dado que la enfermedad de Chagas puede presentar diversos patrones manométricos similares a la acalasia, en muchos centros de América del Sur se solicita serología de Chagas a estos pacientes.

EGJOO conclusiva relevante. Tratamiento

Debe enfatizarse el manejo cauteloso de estos pacientes, reservando las terapias invasivas para casos de diagnóstico conclusivo con síntomas severos. La observación clínica de cuadros moderados es recomendable.68

Dado que la obstrucción de salida de la unión esofagogástrica reúne cuadros clínicos heterogéneos, el tratamiento se apoya en el diagnóstico preciso de la etiología subyacente.

Por ejemplo, se ha descrito que la mayoría de los pacientes con disfagia, esofagitis eosinofílica y patrón manométrico de EGJOO y/o acalasia responden favorablemente al uso de inhibidores de bomba de protones o inmunosupresores, sin requerir terapias descompresivas.69 Por otro lado, las obstrucciones mecánicas, como una hernia paresofágica obstructiva, requieren tratamiento dirigido ya que no responden bien a fármacos.57

En los casos sin una etiología específica tratable, los tratamientos tendientes a descomprimir la UGE son los indicados. En este contexto, el uso de fármacos, como los antagonistas de calcio, suele ser ineficaz.70 Los pacientes con síntomas relevantes persistentes en el tiempo, que cumplen los resultados de MAR y estudios complementarios mencionados, corresponden a un subgrupo pequeño altamente seleccionado que presenta tasas de respuesta a la descompresión de la UGE similares a los pacientes con acalasia.71 Entre las opciones de descompresión, el uso de Botox y POEM ha mostrado tasas de efectividad entre el 75 y 95% aproximadamente.58, 71, 72 La decisión del tipo de terapia descompresiva dependerá de la experiencia del centro y de las características clínicas del paciente, considerando que la terapia con Botox solo dura algunos meses.

Conflictos de interés. Ninguno de los autores tiene conflictos de interés en relación con este manuscrito.

Financiamiento. Este manuscrito no contó con ninguna forma de financiamiento.

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Cite este artículo como: Córdoba C, Rodil A, Cisternas D. Novedades acerca de los trastornos motores del esófago tras la reciente clasificación de Chicago 4.0. Acta Gastroenterol Latinoam. 2021;51(2):131-142.  https://doi.org/10.52787/hoho3531

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Correspondencia: Daniel Cisternas
Vitacura 5951, Clínica Alemana de Santiago. Santiago de Chile, Chile
Correo electrónico: dcisternasc@alemana.cl

Acta Gastroenterol Latinoam 2021;51(2):131-142

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